jueves, 20 de septiembre de 2007

Me cuesta creerlo

Los pronósticos y las apuestas se cayeron. Ayer fui a retirar el material de inscripcióna eso de las 4 de la tarde. Evidentemente me econtré con cola, calor y desastre en el único día de entrega de material para casi 1.200 estudiantes. ¿Por qué? Recuerden que no habías sistema ni lunes ni martes. Además sólo estaba operando una computadora, lo que quiere decir que una sola perosona tuvo que entregar el material de inscripción a los 1.200 estudiantes. Y eso evidentemente genera gastos de insumos. ¿Y qué pasó cuando estaba en la cola? SE ACABÓ EL TONER DE LA IMPRESORA!

Mientras estuve por allí haciendo cola me encontré con dinosaurios como yo, que se niegan a darse un paseíto por el Aula Magna. Y para matar el tiempo empecé a escuchar y a analizar las conversaciones del típico reencuentro universitario luego de vacaciones. Algunas cotidianas (que si otra vez el mismo, peo, que si el calor, etc.) y otras incomodamente "polite" y forzadas (que si estoy trabajando en tal sitio, que si fui pa no sé donde, que si soy arrechísimo).

Yo observaba mientras avanzaba la cola. Pero pronto me entró la cagazón. Estaba seguro que iba a tener un peo, que iba a pasar roncha. Esperaba una frase así como: "Tienes que ir a la Casa Blanca, agarrar a Mister Danger por el brazo, traerlo a Caracas y hacer que Chávez le lama las bolas. Luego compras un ticket en la Facultad y vienes pa que curses de nuevo Psicología de la Comunicación".

Cuando faltaban tres personas sentí lo mismo que todos los semestres: ya está, estoy jodido otra vez. "Que ladilla, que ladilla", me decía yo pa mi mismo.

Llegó mi turno, dicté mi cédula, me imprimieron mis papeles y salí casi que corriendo del salón. Si iba a tener una crisis emocional, prefería que fuese afuera de ese salón (que jeva).

Empiezo a revisar mi vaina y encuentro que tengo 180 créditos. Los 180créditos que necesito para presentar mi tesis. "Aquí hay algo malo", fue lo prmero que me vino a la cabeza. Pasaba hijas pa atrás y pa alante, pero nada. no encontraba error alguno.

MARICO TRENGO LOS 180 CRÉDITOS! Rock and Roll baby!

Creo que es muy temprano para cantar victoria. Recuerden que la ECS de la UCV siempre encuentra la manera de joderte la vida. Y no dudo que estén tomando asesoría del Tribunal Supremo de Justicia, para darle una bizarra interpretación a cualqueir regla universitaria.

martes, 18 de septiembre de 2007

No hay sistema

Es una tragedia o una comedia. Estoy empezando a pensar que mi vida universitaria es como la de Harold Crick, personaje principal de la película "Strager than fiction". Si la vieron, me entienden. Si no la han visto, se las recomiendo.

Esta mañana me acerqué a la Escuela de Comunicación Social para comenzar el proceso de inscripción de mi tesis, y salir de ese peo. Llegué cerca de las nueve de la mañana con el espíritu lleno de paciencia y con ganas de recibir mi kardex (sólo para confirmar que tengo los 180 créditos necesarios pa presentar la tesis y pirar peluca).

En la Escuela estaban haciendo unas reparaciones típicas del período vacacional, pero me llamó la atención que no había mucho movimiento. Pensé que la comunidad del la ECS se había vuelto responsable y ya había retirado su material el día de ayer. Pero no.

Ante la desorientación que rondaba la cabeza recién afeitada de Carlitos del Valle, y el enredo que tenía yo en el coco (ustedes entienden), subimos a Control de Estudios. La pregunta era lógica: ¿qué pasó con el retiro de material? La respuesta, una no coonocidda aún en esta tragi-comedia estudiantil: no hay sistema.

No hay sistema. ¿Qué quiere decir que "no hay sistema"? ¿Quiere decir que el sistema se fue de vacaciones junto al personal administrativo de la UCV? ¿Quiere decir que fue un momentico al baño y ya viene? ¿Quiere decir que hay que ir a Mercal a comprar sistema porque aquí se acabó? ¿Quiere decir que este proceso de inscripción (probablemente uno de los más importantes) no podía pasar liso?

Me suena más a esta última.

sábado, 8 de septiembre de 2007

La espeluznante historia de Psicología de la Comunicación (Parte II)


Quedamos en que yo estaba tranquilazo. Confiado en que veía Psicología de la Comunicación en paralelo durante el cuarto semestre y seguía con mi vida universitaria como si nada y sin contratiempos. Total, yo siempre estuve convencido que era psicólogo por genética. ¿Y cómo no creerlo si mi padre era para ese entonces el director de la Escuela de Psicología de la Universidad Central de Venezuela?

Así arrancó mi cuarto semestre: con una piedrita en el zapato y con una actitud de "que ladilla ver esta vaina que yo conozco de arriba pa abajo, de alante pa atrás, de misionero y de cuatro patas". Mmmmm... No. Como decía Ángel Antonio: ¡ERRROOOOR!

Claro, si llegas a la primera clase con esa actitud es muy probable que te ladilles bastante rápido. ¿Para qué voy a venir yo para acá? Presento los exámenes y listo. Otra vez: ¡ERRROOOOR!

Lo que les presento a continuación es un resumen de mi record psicologístico. No es obra de la ficción. No estoy inventando nada. Tengo mi expediente curricular al frente y lo copio todo directamente de allí. Pillen:

Tercer semestre: 2-1998: Psicología de la Comunicación: Nota Final 00
Cuarto semestre: 1-1999: Psicología de la Comunicación: Nota Final 00

A partir de aquí se jodió todo y no pude continuar el sendero universitario con normalidad. Así que sólo haré referencia a los períodos y no a los semestres, porque simplemente ya eso de los "semestres" no tenía sentido para mi.
  • 2-1999: Psicología de la Comunicación: RT (Retirada)
  • 1-2000: Psicología de la Comunicación: PI (Perdida por inasistencia)
  • 2-2000: Psicología de la Comunicación: Nota Final 00
  • 2-2001: Psicología de la Comunicación: PI (Perdida por inasistencia)
  • 2-2002: Psicología de la comunicación: RT (Retirada) - Época de Paro *
  • 2-2003: Psicología de la Comunicación: Nota Final 06 **
  • I-2004: Psicología de la Comunicación: Nota final 16 ***
Antes de explicar los asteriscos, tengo que confesar que viendo las "notas", no las entiendo. Recuerdo que siempre me raspaban en la raya, así que no comprendo todos esos 00. Tampoco entiendo una de esas PI. Pero bueno, ahora sí. Las explicaciones de los asteriscos:

*: Yo asumí la causa nacional y me sumé al paro cívico nacional. En este caso paro cívico académico. Muy pendejo.

**: Este es un cuento largo e intenso que involucra cartas ala Consejo de Escuela, al Consejo de Facultad, reencuentros, lágrimas y desapariciones. Este cuento merece un post completico. Será la tercera entrega de "La espeluznante historia de Psicología de la Comunicación".

***: Por fin! Lo hice. Tomé un curso intensivo de verano y pasé la materia. También hay que desarrollarlo bien en su post particular.

Aunque no me quiero extender mucho en el personaje en esta entrega, tengo que decirles que parte de mi fracaso con Psicología de la Comunicación es que las clases de la profesora Lucía Azuaje me daban muuuucho sueño. Demasiado. Era algo que podía más que yo. No lo podía controlar. Y créanme que estaba muy conciente del problema y hacía mi mejor esfuerzo para no cabecear en sus clases, pero nada. No podía.

Otro punto importante es que en teoría tuve tres profesores de Psicología de la Comunicación. Leoncio Barrios, con el cual nunca pude ver una clase por aquello del desastre de tercer semestre en la Escuela; Lucía Azuaje, quien es protagonista principal de esta historia, y Patricia Fuenmayor, quien iluminó el camino al aula magna en aquel curso de verano. Esto me hace sacar una conclusión que es bastante obvia: la profesora Lucía Azuaje y yo no éramos compatibles.

Luego de todo este cuento no crean que aprendí la lección. Sigo estando completamente seguro que soy psicólogo por naturaleza. De hecho, ahora es peor, porque a la teoría de "la proyección" (herramienta única, básica y fundamental que utilizo desde 4to año de bachillerato), le agrego todo mi "amplio" entendimiento sobre la comunicación humana. Así que ténganme miedo. Soy un acucioso observador que estudia cada movimiento de su entorno. No hay detalle que se me escape. Y no hay persona que se salve de mi profundo análisis.

Te conozco bacalao.